domingo, 24 de marzo de 2013

EN LA NORIA DE UN PARAÍSO




En el lento despertar de las estrellas, en la espiral que viaja a otra espiral, en tus rizos anduve montado, en la noria de un paraíso.



Entre curvas nos adentramos por aquellos acantilados sin fin con el mar a nuestros pies, inconscientes, como dos expedicionarios sin pasado.



Nuestra conversación, breve y dulce, quedó flotando en la playa, desierta, junto a dos sombras tumbadas en la arena.



Cuando, ya sin tiempo, peinaba la palma de tu mano con mis dedos, me salió la palabra Dios.



Desde la azotea vi el crucero marcharse, y a ti en la cubierta, alejándote de mi isla; en el bolso te dejé el mapa del tesoro.



Cuando me llegue tu amor será como una caravana de trailers, una cabalgata de ballenas blancas, una manada de universos en explosión.



Cuando me llegue tu “te quiero” saldrá disparado de tu boca como un avión a reacción, como una bala que morirá de tanto matar de amor



Cuando esté tu cuerpo sobre mi cuerpo, dejaré la poesía de lado, además, no me gusta la palabra poesía; me gusta caminar, sin más, con bellas palabras.



Sobreviví al invierno con palabras incendiarias que mantuvieron las brasas de tu ausencia, y ahora, un rubor, calienta tu mejilla.



No habrá una gota de tristeza, ni lluvia en este recuerdo. No habrá olvido. Ni recuerdo.



Atraviesa el espejo-mundo donde te miras, que quiero atravesar el mío donde me miro. Empecemos a caminar juntos tras el espejo; sé un buen camino.


Frases sencillas como puñados de tierra, como alimento de los pájaros, como aire entre las nubes, como mi mano sobre tu mano.



Mañana siempre será otro día. Somos el hoy. Una flor que se abre al momento.



Salté de tu cuerpo a las palabras y ellas también tenían los labios abiertos.



Silenciosa ballena blanca que peinas este mar nocturno, de puntillas vas sobre el lecho que roza la arena de tu mejilla.


Escríbeme tú a mí; ahora es tu turno, poesía. Pero no lo hagas sobre el papel, quiero leerte al aire libre, en cielo nuevo, entre las nubes.


Y es que anhelaban más, las palabras, ser escritas en el libro de la libertad, que en cualquier otro.


Y nunca se dijeron palabras de amor, nunca las necesitaron. No les bastaban los nombres y olvidaron sus pronombres.



Dar otra palabra a cada cosa, persona o sentimiento, que las desnombre por completo. Rebautizarlas hacia lo anterior a nosotros.


Borro tu nombre. Leo, sólo, tu sonrisa. Olvido tu pasado. Tus ojos lavan mi mirada.


Sé dónde mirar para verte porque me prestaste tus ojos; y en el blanco de los míos orbitan, más allá de este planeta.


Viento donde vuela la respuesta, te atrapé.


De las cenizas de la duda resurge el soplo del corazón, del cigarro que se fuma la Luna, noche sí y día no.



Las estrellas se fueron lejos para no escucharnos. Por eso brillan, por eso ríen, por eso seremos estrellas.



¿Dudas de que te sostengo? No hay día que no rebusque en la alquimia para alzarte como en Rodas al Coloso; no decaerás nunca, maravilla, tú.


Me han llegado las palabras que se llevó el viento. Huelen a ti.



Dame la mano, sube otra vez al barco. Hay tempestad, vamos sin remos, oleaje del ayer, tempestades de futuro. Nuestro barco es lo único que vale, y este beso, y este ahora.

jueves, 28 de febrero de 2013

ELLA Y LA FIEBRE



No era ella. Era ella, y mi fiebre. Pero con fiebre estaba más guapa.


Veo en tus ojos, incrustado, un pasado adolescente, delirante y divino, y quiero caer en esas calles donde andabas sola antes

de conocerme.


Salí tropezando al escenario de tus sueños y me agarré fuerte a la Luna de cartón piedra.



Érase una vez esta noche, y un blanco platillo volante suspendido entre las estrellas. Motores en marcha y mucho hiperespacio en tu mirada.


Que prendan las antorchas las galaxias para iluminar este
vals arcano donde flotamos. No nombres nada, hasta aquí no llegaron la palabras.


En el hiperespacio las estrellas murmurarán celosas de ti,
y para que no reveles el secreto que te encumbra, sellaré tu boca con mis labios.


Te hice sonreír con algo que dije y te iluminaste como un astro salvaje. Desde aquel día tu sonrisa me atormenta.


Ahora que tu corazón se me escapa corriendo, vuelvo a escribir mejor, para atraparte a la carrera, para hacerte una zancadilla con la poesía.


El amor, ese asesino en serie, iba dejando elocuentes pistas de anteriores víctimas; y yo, dándole la dirección y las llaves de mi casa.



Me dejó una soledad al irse donde sólo ella vivía, añoraba mi soledad de solo; esta era su soledad, y era atroz.



La cara no es el espejo de mi alma; era su cara mi espejo.



Echar toda la carne en el asador, tirarse uno mismo a la parrilla, y ya mientras te churruscas, escuchar que ella te pide más hecho, polvo.



Vete cuando quieras Maga, sólo explícame el truco de la rayuela y desaparece; yo también quiero ser mago.



Tengo paraíso para darte y tomarte.



Deja que tu pelo caiga sobre mi paraíso, haz tuyo el Edén.



Aparto tus mechones y se ilumina el escenario de tu rostro; el guión está escrito sobre tus labios.


He amurallado mi memoria para que no entre tu olvido.


Mira, hubiera bastado que me dijeras "soy gata que ronronea, y se va", y mirando hacia atrás desde el tejado, añadieras "era amor, pasajero".


Tu silencio atronador, omnipresente, creciendo, prehistórico, apabulla, me atropella como una manada de quizás no dichos de tu boca, nada.


Desnuda te ocultas mejor.


Cupido me tiene a pan y agua rras.


Voy a meter la sonrisa que me ofreciste en el parque dentro del Sputnik, en dirección agujero negro con universos paralelos donde existas.


Me abres una puerta, tus besos queman pero entro. Espectral, desapareces, y hay más puertas dentro, y una hoguera hablándome permanece.



Poblé tu ausencia con una araña que tejía poesía para devorar almas. Insuficiente su astucia. Pronto reencontraré tus besos sin veneno.



Tengo insomnio de soñarte profundamente.



Renuncio a ser tú.


Subo al Ring para combatir. No te veo,eres sombra golpeando
recuerdos, exhausto, busco el cuerpo a cuerpo y para no caer abrazo tu espectro.


Me tiré en plancha a la parrilla, y avivando ella misma las
brasas, dijo: "Lo quiero más hecho. El corazón churruscadito, que es para mi gata".


El eco, he perdido el eco y no te escucho, y no puedo escribir. Estás tan lejos y distante, que me duele la garganta y las palabras mueren.



Cuanto más callas, más te reclamo; hasta que se hace el silencio y pregunto donde están mis manos, y ya callo, en las manos.



Con ceniza en mis manos, qué puedo hacer. De palabras quemadas, de las risas perdidas para siempre. Correr, eso haré, buscarlas, corriendo.



Mucho mar para amar.



Dentro de mi corazón hay otro, y otro, y otro; pero a la inversa que en las muñecas Matriuskas.



Te lo iré diciendo bajito, a millas de distancia, hasta que un día surja el milímetro de tu aliento y tu boca me cubra como espuma de mar.



Cuando te falte impulso, lo notaré, y pedalearé más fuerte en tu 
corazón inmortal.


No nombrarte para que tu nombre no esfume el hechizo, pero todo lo causas tú; ave nocturna especular frente al espejo.



Me quité la máscara en Venecia, contigo.



Me llevo todo lo mío y me iré muy lejos, donde pueda estar el olvido, al país de Cernuda.



Se acerca la medianoche y volveré a buscarte entre las lunas de otras noches en otros planetas. Perdí la foto donde me sonreías desde aquel vestido de rosas.



Si el corazón es igual en todas las épocas, si su idioma es el mismo y no caduca, si fuera cierto, volveré a buscarte al balcón de Verona.



Te he llenado el cuerpo de posits donde pone “no amar”, pero cada vez que te veo se te despegan y escapan aleteando hacia el Sol.


Tu piel que te culmina, como una expedición al Foreverest.



Se habla, en general, del amor, cuando los dos sabemos que

a esa palabra le falta, o le sobramos, los dos.


¿Te has fijado cómo bailo sobre el alambre? Imagina lo que

podríamos hacer, a dúo, funambulistas sobre este abismo. 
-¿Caernos? - Tirarnos - ¡Dale!


No hay ojos comparables a los tuyos. Mirar desde ellos, y no verlos, esa es tu condena.



El pasodoble de las tijeras; nuestro baile. Dos filos inseparables para desgarrar esta noche.


Se me sale el corazón detrás de tu boca.



El Sol se pone gafas de Luna rota al no verte pasar.



De las cenizas de la duda resurge el soplo del corazón, del cigarro que se fuma la Luna, noche sí y día no.


Si no escribo, me borro. Si no te pinto, me desdibujo.


La belleza se dilata en tus pupilas.


Sal a la calle para desnombrarlo todo. Fulmina, haz que lo estrene, llénalo de tus ojos.


Noches nuevas, a estrenar. Pan del Cielo. Reyes egipcios, Pericles, Kepler, Nietzsche, Harpo, tus besos en la postdata, montar en bicicleta.


Vente sin lo puesto.


¿Dudas de que te sostengo? No hay día que no rebusque en la alquimia para alzarte como en Rodas al Coloso; no decaerás nunca, maravilla, tú.


Recoger el cielo límpido, recién lavado, plegarlo y llevárselo en el equipaje; para salvaguardarlo, para salvaguardarnos.


Láminas de hojaldre crujen el dibujo de los cielos; desde el descapotable, el dulzor de la tarde, el ensueño nacarado de los pinos.


Buscando el corazón de oro descubrió una mina en el suyo.


Aparto tus mechones y se ilumina el escenario de tu rostro, el guión escrito sobre tus labios.


Pasó la comitiva,saludaron los astronautas,llovían pétalos de los balcones; menos los tuyos,flor pálida pisoteada,arriba,en tu blanca noche.


Se me sale el corazón detrás de tu boca.


Las estrellas se fueron lejos para no escucharnos. Por eso brillan, por eso ríen por eso seremos estrellas.


Tuvimos una relación muy efímera  Ella estrella fugaz, yo
asteroide a punto de coilusionar en su cuello.


Volar en la primera cita hacia una nube, para darse allá picos.


Dame aquí, pero fuerte. Ella le sacudió un gancho en el mentón, y Romeo salió disparado del balcón de Verona, tan feliz con el corazón volando.



Dos gotas de lluvia se besan antes de caer



Interrogaré a los interrogantes hasta que hablen de ti.



Donde llega mi lengua estás; lo que no alcanzo a decir con

ella, eso, eres tú.


El corazón ha sido absuelto; es inocente.

jueves, 21 de febrero de 2013

LUNA DE BÉCQUER Y LUZ DE OSCAR WILDE



Me preocupé, tan pálida la vi, hastiada de observarnos. Pero qué va, vivía bien; alta, con esas lindas cicatrices, y sin vecinos. Ella. Luna.



Era una lánguida muchacha de instituto. Escribía una redacción: 

"Los derechos universales de la tristeza". Tachó, y puso:
"particulares".


Cogí a la lánguida muchacha de la mano. Entre los cipreses del cementerio, leímos rimas y leyendas, se volvió más y más pálida, y fue Luna.


Tenía la palidez del marfil y la tristeza sellada en su frente, y sin embargo, era el rostro que más brillaba entre la  multitud anodina.


Reducirse a la esencia, en cuerpo y alma. Ni un gramo de grasa, ni un gramo de mundo. Destilarse, bañarse en una marmita pura y salir niño.


No tengo tiempo, o te vienes a la ventisca del desierto donde se arremolinan ritos magnificentes, o me voy solo. Yo aquello no me lo pierdo.



Anoche, de espaldas a la Luna, me dijeron que la silueta que se ve en la arena no es la sombre del cuerpo, como creíamos; que era el cuerpo del alma.



A la vuelta de cada mano la esquina de la Luna.



Duplico la noche para ti, la mantengo incandescente con paletadas de palabras incendiarias que vuelco en el horno de tu ausencia.



La Luna es un lobo en otros cielos.



Abandonar el incendio y llevarse la llama.

miércoles, 20 de febrero de 2013

LA NOCHE LUJURIA



El cielo, esta noche, es una catarata negra que cae y salpica sobre tu pecho.



En un callejón, entre tus cuatro paredes, te espero. Lo sabes, me buscas. Sal de tu ensueño y métete entre las sombras; sin suspense, sin bragas.


Aparezco furtivo, un instante en tu sueño, para arrebatarte de las manos del hombre gris y arrastrarte al incendio del fuego.


Almizcle de tu pubis entre sábanas calientes, el cuerpo ausente de tu olor; embozado en la noche,te penetro; a través y detrás de tu espejo.


Un milenio en una abreviatura de tu boca.



Desnudos integrales para que no engorde el alma atormentada.



Proyectaremos hermosas sombras chinescas con nuestros cuerpos en llamas.



Pero me gusta más la belleza cuando me la sirves, cantando, y con una guinda sobre la bandeja de tu ombligo.



Un volcán húmedo, ¿o era un lago incendiado? Una barca remaba en la noche, unas cuevas aullaban tu nombre, un imperio volaba en un búho.



Taller literario con masturbación para salpicarse los poemas.



Eternizar el éxtasis.Salvarlo con uñas y dientes, agarrándome a tu espalda desnuda.



En Versalles espolvoreaban el corazón con aforismos bien lustrados,mientras se ilustraban el culo conforme al manual del Marqués de Sade.



Dos volcanes activos que se encendían con el soplo de una sonrisa.


El sexo sin arcadas de los arcángeles.

PENSAR EN CORRESPONDENCIAS



Qué bueno pensar; pero mejor despensar. En la despensa de nuestros pensamientos, comerse el chocolate a lo loco y beberse todos los licores.


Echó a perder una brillante mentira con un brote innecesario de sinceridad.


Eran dos farsantes que se amaban sinceramente.


Fusilarte a mentiras hasta que se muera la realidad.



Pensar en conceptos es pensar con la pata coja, a medias.



Pensar es una involución, una trampa, entrar al trapo de los desdenes de la vida.



He procurado escribir distinto para no pensar.


Justo antes de volcar el poema sobre el papel, ese instante 
pre-poesía, ese estremecimiento donde acontece lo innombrable.


He aprendido a escribir mejor para llegar a pensar distinto.


Tu ausencia escribe mejores versos.


Las revoluciones hay que iniciarlas de noche. Cuando a la razón se le han apagado los argumentos, y la inspiración enciende las estrellas.


Curioso lo de algunos sentimientos. Nacen y crecen en el estiércol y,sin embargo,luego son rosas que pretenden flotar en el aire,sin raíces.



Los ojos del poeta crecen y crecen hasta verte.



Estás mal de la cabeza pero bien del corazón



No soporto a los que son incapaces de ponerle los cuernos a su sí mismo.



Fuimos niños. Seamos.







NINFA CALEIDOSCÓPICA




En las azoteas, antes del amanecer, se reunían los gatos egipcios. Risas dilatadas en sus pupilas. Distantes en su Gloria.




Hay evidencias, de un espanto maravilloso.


El poeta rebusca tiempo libre en la basura de los días, y

se lo come a escondidas en las noches de inspiración.


Vislumbrar permanentemente que algo de lo que está ocurriendo se nos escapa por no encontrar las palabras; abandonar las ideas

en el andén.


El poeta apuesto y sanguinario ha de hacer la calle y derramar su melena por los burdeles donde se fuma el opio de los paraísos

artificiales


Quien tenga sed de infinito, derramará incluso el cuenco que se le ofrece, porque quiere más sed.



Pronto encontraré tu piedra, preciosa, la que me clavaste en el corazón y ahora es rubí.



No le bastan las palabras al que quiere saltar con una pértiga el tiempo y pulsar el  firmamento como un xilofón gigante, tú lo

sabes.


Le estoy diciendo que me vuelva a echar las cartas, Doña Pitonisa; no me mire así  y haga que aparezca quien le he dicho en la puta

bola.


Remolinos de hojas otoñales removidas por el viento, perseguidas por los niños liberados de sus aulas y pupitres; así mi

universo.


Eternizar el éxtasis. Salvarlo con uñas y dientes, agarrándome a tu espalda desnuda.



Volver al mismo sitio, sin reparo, al hueco del ayer, hasta deshacer el trayecto vivido, bifurcarlo, reñir con el tiempo, negarle la

razón.


A compás con el concierto esplendoroso del Sol desplomándose a colores en el  horizonte, el domingo sigiloso te susurra una bella promesa.



A su fiesta, la tristeza invitó a la alegría; pero la alegría nunca hizo lo propio.



Estoy hecho un poema y voy a recitarme.



Qué bueno descuidar la imagen; la que proyectamos en los demás.Romper el proyector y empezar de cero. Era mentira, y hay tantas esperando.



Se desvela la noche y no me deja dormir. Cuando todos dejemos de soñar dormirá la noche.



Desdecirse. Gran verbo. Dejar el fardo de lo que dijimos lleno de billetes falsos y largarnos pitando con el último vuelo de seguir la vida.



Cuéntame, ¿cómo es el rostro altivo que nunca decae? Las perfectas mandíbulas cinceladas de los rostros más bellos. El palacio Inmortal.



En los límites de la ciudad, los basureros amontonan esta noche los pensamientos y la palabrería diurna. Aquello que impide despertar.



Tantas y tan buenas cosas escribía, que acabó apareciendo de actor secundario en tus pesadillas ; y actriz protagonista en tus fantasías.



Detrás de las hojas de la noche, hay horas con bosques donde entramos los  de ojos como universos y constelaciones. Sólo esos.



Dame argumentos,silogismos,agudezas,retruécanos,ecuaciones, y al final, una avalancha de cuchillos y canciones que raje el velo de la noche.



Una coctelera donde se agitan todas las almas. Bebo a sorbitos los puñales y las caricias. Penetro en la noche de los misterios eleusinos.



Pronto saldré corriendo por esa puerta y no me va a detener ni tu ingenio, ni el mio. Pongo pies en polvorosa, por si los polvorones.



- Hola, soy escritor - Encantado, yo poeta maldito, asqueroso - Vamos a enciclopediarnos - Vamos.



Llama a mi puerta el poeta maldito, me escupe en la cara y dice que no ha encontrado un sitio más sucio donde hacerlo. Tiene sinrazón.



El poeta maldito sacó un conejo de la chistera y estaba drogao; también el conejo.



Ví al poeta maldito en la tele. Mirada retadora. Fumaba. Le entró humo en un ojo, se le cayó el poemario al suelo, se calló. Maldito forever.



Rimbaud estuvo en temporada baja en el infierno. Ahora no hay plazas, incluso pecando con años de antelación.



Los poetas malditos tienen un humor de perros y te muerden como les hagas reír.



Yo no compro poesía, así contribuyo al mantenimiento delos poetas malditos.



La última cena de los poetas: 12 Mesías y 12 Judas. A lo mejor, a veces, menos Judas, casi siempre todos Mesías.



Consiguió, durante un tiempo, lo imposible; que fuera casto en obra y pensamiento. Tal era el amor, bruja.



Lo primero no es la escritura, lo primero es el estremecimiento, la idea. A veces, sacar una palabra veraz del fondo del

arroyo interior.


Habito dentro de un poema que no quiero acabar.



Desde el más allá he venido a hablarme.



Cuando me agobio mucho evoco la antigua Grecia. Olimpia,Delfos, Atenas. Pronuncio sus nombres y ya. ¿A quién evocaban los antiguos griegos?



Entreno con una ninfa desdeñosa. Hoy me escupió mi poema en el ojo, bendita ella, y acudo más relajado a la cita con mi otra musa.



Soy dos en uno. Contigo haremos tres en uno, para engrasar nuestros corazones.



Tus ojos verdes felinos me persiguen y y yo me dejo atrapar. Devórame para que puedas soñar.



Me puse tan intenso en el amor, que me pasé de frenada, y me enamoré,además, de otra. Y así exponencialmente.



Me gusta tanto leer entre líneas que a menudo me precipito por entre los huecos.



La única inmortalidad que conozco está en la cresta de

algunas canciones.


Tener almas en lugar de alma es sólo para hijos de papá. La discriminación económica crea la emocional. El amor, un lujo para diletantes.



Después de Cioran, ¿qué más? Pues sí. Un ser que es ala vez Lolita (sin Flores) y Nabokov , incluso Cioran. Angel breviario de

podredumbre.


¿Y si la Belleza diera patadas?

CÁPSULAS PARA DISOLVER SIN OLVIDO



Hay personas que custodian llaves de puertas que jamás pensaste que existieran.



Cuando tenía 4 años me caí por un hueco que había detrás de la cama, lo que no recuerdo es si salió en ese momento otro en mi lugar.


Perdí los puñales, regresé a los cuatro vientos, devolví mi máscara al miedo, y no miré atrás, ni a mi lado; sólo a tu frente, a tu secreto.


Mi vida la escriben otros a los que escribo.


Dentro de mi corazón hay otro, y otro, y otro; pero a la inversa que en las muñecas Matriuskas.



Fui a poner nuestro candado del amor en el puente y me robaron la bicicleta.


Enamoras a las piedras del camino. Esas mismas que te apedrean.

Apostar por el cuerpo es apostar a caballo perdedor; aunque mientras tanto, hay que cabalgarlo salvajemente.


Qué bueno pensar; pero mejor despensar en la despensa de nuestros pensamientos. Comerse el chocolate a lo loco y beberse todos los licores.


Nos volcamos con toda nuestra vida y la hacemos saltar al vacío, y nos gusta. Saltad, saltad, malditos. El salto nos hará ángeles.


Salgo de una cueva , sacudo mi melena y lanzo mis zarpazos con tanto amor que desgarro a personitas. Me gusta tal cual, ser fiera emotiva.


Debes pensar que soy un insensible cactus por cómo te

hablo. ¡Anda, dame un abrazo!


Existiendo como la fina membrana de un altavoz donde resuena el vuelo de una avispa, ¿cómo moderar tu entusiasmo?



Todo es nuevo, lo que pasa es que no siempre estamos de humor para abrir regalos.


Mutar cambiando las vísceras de sitio. No sé si me implico.


Me voy a empezar a tratar como si no me conociera de nada.


Gana quien durante la carrera de la vida renuncia a menos sentimientos.


Le reclamaban alegría, pero eran ellos, precisamente, los que le entristecían.


Cuando te falte impulso, lo notaré, y pedalearé más fuerte en tu corazón inmortal.


Todavía no te he encontrado entre los casquillos del muro de Berlin.


El poeta rebusca tiempo libre en la basura de los días, y se lo come a escondidas en las noches de inspiración.


Y vio que el pesimismo era algo feo; y por eso lo vistió con una capa negra, ojos de Edgar Allan Poe y echó a volar el cuervo en la noche.


No soy pragmático ; por eso me va tan bien en otra vida.



Desolados rayos catódicos cruzan la ciudad,emociones equivocadas como dardos y pones tu pecho alto por si te alcanza alguna, por casualidad.



Si la cosa se pone fea, pon tu mente guapa.